La principal atracción de la pared del Cantal (o Cantón) en el collado de Santa Isabel son sus carboncillos, tan característicos que Javi los identificó al instante cuando colgué unas fotos en el blog.
Qué sorpresa cuando Elenita me explicó que algunos de estos fósiles eran esponjas litificadas. Visita obligada para escaladores curiosos y para geólogos aventureros.
El otro día con Tato, aprovechando un domingo en que nuestros cuerpos pedían algo de tregua, corregimos completamente una vía cuyos últimos largos malograban dos primeras tiradas de gran calidad.
Sale homogénea y agradable, sin "sello" alguno del indomable. Lo atamos en corto, advirtiéndole que no perpetrase fechoría alguna. Sorprendentemente obedeció.
Ahí va una topo poco trabajada junto a unas fotos que permiten adivinar la belleza del primer y cuarto largo, excepcionales.
Lástima de la faja herbosa que une R2 y R2 bis
Sobretodo, no salgáis por la variante de la derecha, la original Carboncillos
Sombra de tarde.
nuestro amigo Nemo
Qué sorpresa cuando Elenita me explicó que algunos de estos fósiles eran esponjas litificadas. Visita obligada para escaladores curiosos y para geólogos aventureros.
Incrustación que da nombre a Dibu, otra vía de Carboncillos
¿en qué movimiento artístico encajaríais este lienzo?
El otro día con Tato, aprovechando un domingo en que nuestros cuerpos pedían algo de tregua, corregimos completamente una vía cuyos últimos largos malograban dos primeras tiradas de gran calidad.
Sale homogénea y agradable, sin "sello" alguno del indomable. Lo atamos en corto, advirtiéndole que no perpetrase fechoría alguna. Sorprendentemente obedeció.
Ahí va una topo poco trabajada junto a unas fotos que permiten adivinar la belleza del primer y cuarto largo, excepcionales.
Lástima de la faja herbosa que une R2 y R2 bis
Sobretodo, no salgáis por la variante de la derecha, la original Carboncillos
Sombra de tarde.