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Venezuela. Akopan Tepui, Takamajaka

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Sí, lo admito, he leído demasiadas novelas de aventuras.
Emilio Salgari, Jack London y otros románticos llenaron las tardes de mi tierna infancia. Desde entonces imagino la SELVA como un lugar mágico, misterioso, lleno de animales y de peligros, de amenazas desconocidas.

Viajar a Venezuela ha significado redescubrir las emociones, aventura que aparecía no tanto en la escalada como en el entorno que la envuelve: volar en avioneta, la vida en el campamento, los paseos por la gran sabana, por la jungla, los accesos, los descensos nocturnos llenos de ruidos y silencios.
La selva desborda nuestra imaginación. Confundes lianas con serpientes deslizándose desde las ramas, convives conhormigas gigantes cuya picadura provoca un día de fiebre, con escorpiones en las casas, en los árboles, arañas en las paredes, y un sinfín de habitantes que ocupan los agujeros en las paredes, dándole a la escalada un sabor especial.

Quince días no daban para mucho, así que dejé que Unai programara y organizase tanto el viaje como la intendencia. Nuestro primer destino fue el Akopan Tepui, un monte alejado de las rutas turísticas donde la escalada no solo está bien vista sino que supone la principal fuente de ingresos para la comunidad indígena de Yunek.


Partimos del aeropuerto de Santa Elena y alquilamos una avioneta por poco más de 300 USD. Pese a haber volado anteriormente en estos cacharros, nunca deja de sorprenderme el empuje brutal de sus motores y la desmesurada maniobrabilidad que les permite aterrizar en cualquier sitio. Apenas 100 mts bastan para frenar o despegar, y eso que nuestra vieja CESSNA parecía romperse a pedazos cada vez que Cardoso, el piloto, aceleraba las revoluciones al son de una canción de narcocorridos.



Superada la emoción del aterrizaje nos recibió la matriarca de la comunidad, quien nos anuncia, serena, que no podrán ayudarnos con los porteos hasta la mañana siguiente. En Pemón no existe el concepto tiempo, y ni siquiera es posible preguntar qué hora es. 72 horas de viaje se reflejan en nuestros rostros, tristes de tanta espera. Finalmente 3 chavales de entre 15 y 18 años acceden a acompañarnos hasta el que será nuestro campo base durante 6 días. Son pequeños en tamaño, grandes en fuerza, duros con el peso .

El paseo dura 2 buenas horas por la sabana, cruzas un río y algún tramo de jungla donde ya experimento la excitación de la selva: mi cuerpo se tensa como un resorte que salta a la más leve sensación de roce o picadura. Los Pemón deben descojonarse al ver a unos tipos tan grandes y cobardes... Esto es tierra de zancudos (mosquitos), de puri puri (mosca negra), y los cabrones aprovechan cualquier parte expuesta de tu cuerpo para alimentarse a tus expensas. Parecemos anuncios ambulantes de antimosquitos untados de Relec de cabeza a los pies. Luego, y para terminar de relajarme, me explican que queman selva y rastrojo para matar y ahuyentar "culebritas".

Alcanzamos un descampado no lejos de las paredes donde alguien ha montado tres carpas (tiendas) y unos toldos. El lugar parece idílico para acampar (y libre de reptiles), pero está lleno. A nosotros nos reservan otro campamento en el interior de la selva, en un pequeño claro desbrozado a golpe de machete. En dos horas acondicionamos el lugar y montamos nuestras casitas. Un toldo se encargará de protegernos de los chaparrones diarios. Indispensable, indispensable, muy indispensable.

Mañana queremos escalar. 
Escogemos Takamajaka, una ruta de 7a/b de 10 largos que se rapela.

Amanecer después de dos días y pico de viaje siempre cuesta. Si además te desperezas a 24º de temperatura, al lado de un arroyo de agua fresca, con desayunos preparados (gracias Tavo!), y nuevas paredes que admirar, moverse rápidamente se convierte en tarea imposible.
No conseguiremos largarnos de nuestro campamento antes de las 9, y eso que amanece a las 5:30... y oscurece a las 17:30.

La aproximación, sencilla,  exige algo más de tiempo y esfuerzo de lo que aparenta. La "botella de coca-cola" (por su característica piedra superior a modo de tapón o chapa de cola) alberga las rutas más concurridas del Akopan.
Quizás sea su longitud moderada, el grado y equipamiento de sus vías o la aparente proximidad de la tapia, lo cierto es que las rutas "Jardineros de Grandes Paredes" y "Hasta luego Taurepán" se han convertido en las clásicas del lugar. Escogemos Takamajaka porque parece evitar cualquier tramo de jardín o de plantas, algo que no tardaríamos en degustar.

La vía es ciertamente bella y mantenida entre 6b y 6c con pasos puntuales más duros aderezados con algún bolt y reuniones equipadas. Sorprenden los dos primeros largos, quizás por la novedad del tipo de roca, y luego, en los aparentemente "fáciles" navegas en busca del recorrido.

Ya nos habían avisado del carácter atlético de la escalada tepuyera. Percibes el desplome en todo su esplendor cuando descargan los aguaceros típicos de la tarde. Pese a vernos atrapados un rato en la octava reunión, completaríamos la ruta bajo una tromba de agua que caía a 15 metros de nuestra vertical, sin mojarnos ni una gota. 
 Mágica sensación para este primer día de escalada.

Las emociones volverían después de rapelar. Oscureció mientras bajábamos por una zona de sabana al pie de pared, sin que consiguiéramos encontrar el sendero que se adentra en la selva. Imposible regresar al campo base atravesando jungla desconocida, así que nos toco subir y bajar durante una buena hora hasta descubrir el inicio del camino. Luego, ya en la selva, seguimos el consejo de los locales y regresamos al son de canciones y silbidos: el ruido amedrenta a culebritas y otros habitantes del bosque. Alfredo y Tavo nos esperaban con la cena preparada, un primer día maravilloso.


A la mañana siguiente intentamos amanecer algo más temprano. El planning de Unai no permitía demasiados días de asueto, así que preparamos material de nuevo con otro objetivo, éste de mayor envergadura. Ten pounds of tequila, una ruta de estilo tradicional de la que no teníamos demasiadas referencias, y sí un croquis bastante generalista que no indicaba siquiera el material aconsejado.

Selva, esta vez el sendero recorre sólo selva y eso contribuye a que llegues a pie de vía con los nervios a flor de piel. Será cuestión de hábito, pero a mí lo de pasear por dentro de estos magníficos bosques no me acaba de dejar tranquilo. De hecho Alfredo, nuestro guía, nos confeccionó una especie de polainas con la media caña de unas botas de agua viejas. Eso, dice, impide que las culebritas te muerdan en las pantorrillas, la zona más expuesta a picaduras junto a manos y brazos.
Alcanzamos pie de vía sin contratiempos, algo retrasados sobre el horario previsto. Horario que va rompiéndose a medida que intentamos seguir la ruta, completamente desequipada, con un croquis "desorientativo". Parece que el nombre de la vía responde al estado etílico en que se encontraban los aperturistas mientras dibujaban el recorrido...
Ya en el segundo largo Unai protagoniza una travesía adrenalínica entre bloques, roca dudosa y mucha exposición. Acabaremos en una ruta contigua empezada por unos colegas navarros apenas una semana antes, que seguimos hasta alcanzar el final y recuperar el trazado original de la Ten Pounds, a cuatro largos del suelo.
Es tarde. Nos quedan 7 largos y apenas 3 horas. Hemos agotado nuestra energía y sobretodo, nuestras ganas de sufrir. La vía se intuye exigente y exquisita. Volveremos después de un descanso merecido.

En el base coincidimos con unos amigos americanos que están abriendo una línea. Me devuelven una broca y unos bolts que les dejé (llevábamos una veintena de chapas por si ... la tentación ), y qué sorpresa: la broca se ha FUNDIDO después de tres agujeros, confirmando que esta arenisca-cuarcita se defiende de pitones y taladros. Mejor limpio, cuesta menos.


Volveremos



Novetats al Peladet

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Un parell de vies recents i molt recomanables al Peladet, sempre tenint en compte el grau i l'exposició.

Isaac a Mar de Placa, 7b+ morfo

Via de les Pubilles
, una petita joia situada entre la Babyboom (tocant Destellos) i la Empacho, en un bocinet de pedra per somiar. Per l'incombustible Angelito (el rei de la diagonal), el Nacho i en Roger, que també han inaugurat alguna línia a Regina.



Via ben equipada tot i l'obligatorietat del primer i quart larg(6c/+ portant ganxo, millor porteu-ne dos per solucionar algun tram difícil). Vam escaquejar el primer entrant per la Destellos.
A destacar el segon llarg (6b tirant a 6b+) i el tercer (7a) per la qualitat de roca i moviments.

Diana i Casteltower a L4, 8a o 7c, tant és. 
Difícil fins i tot passar. Equipament de luxe parabolt 10mm



qualitat 100% peladet




Mar de Placa, una magnífica proposta del Pau i el Tronko a la part alta de la paret.
Cal anar MOLT sobradet en sisè grau perquè ambdós animalets "perpetren" les seves apertures amb un excès d'agoserament. Vaja, que millor tenir el setè grau ben assumit tot i que la dificultat mitja ronda el sisè.
No vam acabar-la en posar-se a ploure mentre fèiem el penúltim llarg.

Excursions ben llargues entre els punt d'assegurament que, amb habilitat i paciència, poden completar-se fins domesticar-la un xic. Tot i això surt una via sempre exposada gens candidata a la massificació i sense perill que es sobin els cantos.
L2, sortint de la reunió. Finet i obligat

Segon i darrer llarg, els més complicats.

Roca excel.lent tret de passos puntuals (aquestos relativament ben assegurats)
Molt recomanable per qui gaudeix amb l'escalada picant picant.

Ubicació de les vies


Properament novetats al Peladet, i és que alguns malalts no podem estar-nos d'obrir en aquest pastisset tan golós. Pedra que enamora.

Pájaros de Barro, nova via al Peladet - Terradets

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L3, inicio desplomado y con mucho mucho canto

Estuvimos cerca.
Se nos escapó de la punta de los dedos.


El Peladet, ese pared que alberga tantos tesoros al alcance de la mano, accesible a todos, sigue obsequiándonos con líneas para soñar.

Con Albert (castelltower) y en apenas dos ataques hemos concluido una vía después de reabrir hasta tres veces el tercer largo.

El martes pasado arañábamos los primeros metros en una pared todavía húmeda por las lluvias del puente de mayo. Sobrepasados los primeros 10 pasos, la roca me regaló uno de los largos más excepcionales que nunca he abierto.

Los dos siguientes son aceptablemente buenos, y el último nuevamente soberbio.

Por un momento pensé que habíamos encontrado una bella vía asequible en el Peladet, y con ese objetivo maquillamos los pasajes más difíciles con alguna chapa o clavo adicional.

El sábado la terminamos, mientras Joana y Diana se hacían con la Doctor Doctor què em passa , mi vía preferida -y envidiada-, un monumento a la belleza.


Ahora, desde la distancia, siento que "la clásica" se nos ha escapado de nuevo. Por muy poco. Apenas tres o cuatro cantos más habrían bastado para conseguir un grado homogéneo en torno al 6b.


La búsqueda continúa pero no me importa. Es un proceso que me aporta toneladas de satisfacción.
Continuará...



El nombre, por la canción de Manolo García, y porqué no decirlo, por la congoja que me provoca la visión de nuevos carteles regulatorios en el área del Montsec conviviendo junto a la construcción de caminos, puentes y pasarelas en Montrebei.





luces en el MEDITERRáNEO, Sardegna

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A las siete de la mañana de un sábado es normal que uno no quiera levantarse, sobretodo cuando fuera está cayendo la del pulpo, cuando el viento te azota el rostro y las gotas de lluvia se introducen en tus ojos todavía soñolientos.

Y sin embargo no nos costó nada levantarnos.
Porque fuera no llovía
porque el día amaneció radiante.
Porque aquella noche habíamos cambiando el paisaje húmedo de casa por la luminosidad anunciada de Sardegna en uno de esos arrebatos surrealistas que sólo nuestra sociedad moderna y opulenta puede permitirse: apenas hora y cuarto de avión para alcanzar nuestro particular Eldorado


Un fin de semana acelerado para descubrir un paisaje sosegado.

Mi primera sensación: una bofetada en la cara recordándome que las vías equipadas pueden ser extremadamente difíciles. Incluso cuando tu compañero es una bestia capaz de encadenar octavos sin titubear, sin despeinarse, sin sudar. Oviglia se encargaría de rebajarnos los humos en Legitimo Bastardo, una ruta que nos asustó y que todavía nos espera. Mi hermanito y yo nos retiramos con el rabo entre las piernas de un segundo largo con demasiado aire entre las chapas.

Piola nos reconciliaría con el gusto por la roca, con el placer del gesto despreocupado, con un equipamiento para escalar sin miedos, sin angustias. Sette anni di solitudine sobre el mar, en un cuadro maravillo.


Y unos metros más allá Diana y Marta se enfrentaron con Mediterráneo, otro capolavoro con el sello Maurizio
con un nombre evidente


Un destino para repetir.

Globeros en Alaska, Montrebei, Paret de Catalunya

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... o la historia de cómo los grados van cambiando ...   

Fotografía de Manu desde la Desequilibrio:
Annalissa asegurando paciente mientras abro el sexto largo

Un nombre ridículo para una vía preciosa.

Las razones hay que buscarlas en un viaje realizado meses atrás en compañía de Alex y Eli
Quince días a piñón entre vuelos, avionetas, hielo, nieve y paredes en un remoto glaciar de Alaska, el Ruth Gorge. Quince días durante los cuales nos sentimos como auténticos principiantes de la vertical.

Bastó ver el estado en que rescataban a cuatro coreanos que habían intentado nuestro objetivo inicial (el Moonflower Butress al Mount Hunter) para hacernos caquita en los pantalones. Una previsión de temperaturas elevadas (relativamente,  hablamos de Alaska) nos obligó a cambiar el hielo por la roca, y a bajar de cota en busca de paredes sin tanta nieve.
Allí terminamos dos chicos de pueblo y una chica, y acabamos juntándonos con otros cuatro yankees de la américa profunda. Una pandilla de ignorantes con pinta de escaladores, delatando nuestra escasa experiencia pese a la indumentaria de última generación que llevábamos. Y eso, en ciclismo, se llama Globero.
no, no es un fotomontaje


Globeros se ha convertido en una de las 5 vías más repetidas de Montrebei, como diría un amigo de Madrid, por la maldita conjunción de parabolt y 7a, un binomio no necesariamente peyorativo asociado a escalada de consumo.

Las repeticiones han limpiado los largos, saneado cantos, resaltado con magnesio las presas óptimas.
Todo ello ha terminado por convertir la vía en mucho más asequible.
Cuando abrimos el cuarto largo, por ejemplo, pensé que superaba el 7b+. Luego, a medida que lo probabámos, el consenso tendía a 7b. Acabé poniendo 7a+/b a pesar de que algunos de mis compañeros fuertes habían caído a vista.
Piju encadenando el largo estrella
mientras Tato y Paco se relajan bajo un cielo inmensamente azul

Ahora dudo entre 7a y 7a+.


El premio a la decotación se lo lleva esta topo de Luichy (huelo aroma de montserrat por ahí... ja ja ja) , especialmente en L1, L2 y L7 . Y es que el grado es cuestión de opiniones.


Y aquí mi propuesta,

aunque poco importa si la vía os gusta.

Por cierto, parece que alguien ha mangado un pitón de la R3.
Querría obsequiarle con otros 4 .

Cor Salvatge, Montrebei, paret de Catalunya

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Obrir una línia nova al 2003 en una paret tan concorreguda omple de forma especial.
Aquesta va sortir bonica, mantiguda, sobre roca esplèndida, sense xapes però fácilment protegible.

Vam deixar-hi una estàtica un parell de setmanes. Algú que havia intentat la Picazo sense èxit la va fer servir per rapelar, i com que no se'n refiava dels pitons d'on estava ancorada (i eren a prova de bomba!) va cardar-hi un parell d'espits.
Quin emprenyament en descobrir-los. Els vaig trencar a cop de martell en un accès d'ira descontrolada, i encara ara s'aprecien els casquillos a la tercera tirada.

Amb el temps van aparéixer dos parabolts al tocar de la R8, fruit d'un rescat en una via veïna. Sembla que les expansions crien i proliferen


topo actualitzada a 2012
No hacen falta pitones


Hi tenia -encara tinc- un amor especial, i encadenar-la s'havia convertit en la meva petita gran obsessió.

Nou anys i set pegues per trincar un punyetero llarg, sense comptar els quatre dies invertits en l'apertura.
Molt, massa temps.

Arribava a la tirada número TRETZE i m'escanussava de nervis.
M'hi havien acompanyat una pil.la d'amics, molts dels quals l'havien fet a la primera -què desconsiderats!



Foto del Carlitos, octubre 2005, Meloni a L-13
entrant al pas clau protegit amb un pitó i un alien verd que no posa



Dissabte passat enmig de plena canícula i contra totes les meves esperances, la punyetera tirada va caure a la butxaca.
La Olatz també la traia, ella a vista. N'hi ha que tenen aptituds...

Gràcies a tots els amics i amigues que m'hi heu portat: eli, manu, tato, vicenç, sílvia, joan carles, roy, olatz, i algun que pugui haver descuidat.


Sufriendo en Paret de Catalunya

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Violenta como como la música punk, dura como el porno, y tan adictiva como las drogas.
Así es la ruta que poco a poco vamos dibujando entre Mala Vida y Tempesta Nocturna.

Sin expansiones, con pitones, dos juegos de friends, con largos vuelos y dificultades obligadas a menudo lejos del último punto de seguro: una línea apta sólo para los yonkies más enganchados a Montrebei.


Hace ya más de 4 años que empecé esta línea con Carlitos Kletterer, una sucesión de leves fisuras interrumpidas por zonas blancas, enigmáticas, sobre las que desconocía si nos iba a resultar posible pasar sin expansiones.
Un diedro ciego nos bloqueó a tres largos del suelo. Lo intentamos. Llevaba espitador pero preferimos esperar. Invitaríamos a algún amigo más fuerte, un arma secreta para superar ese tramo incierto.

entrando en la R4 después del diedro ciego, primer filtro. 
Cuerdas colgando. El vacío es una de las características de la ruta


Volví al cabo de unos meses, después de una fiesta en Montrebei. Ese domingo amanecimos espesos, resacosos, y Tato (el arma secreta) intentó pasar en vano.
Superó el primer desplomito consiguiendo emplazar dos pitones a prueba de bomba. Dos espadas clavadas en sentido vertical hasta el ojo.  A partir de allí terra incógnita. Unas veces a la derecha, otras a la izquierda, la mayoría hacia arriba, siempre acababa volando abajo. Después de darse un recital de zambombazos optamos por una retirada. Ya volveríamos con más punch.



El proyecto quedó en intento, y no sería hasta al cabo de un  par de años que regresaríamos, esta vez sí, con el arma definitiva.
Desconozco si la lectura del "Príncipe de Maquiavelo" tendría algo que ver con la elección de esta segunda arma. Lo cierto es que un par de días antes de regresar  anuncié a Tato de sopetón: "Tato, el sábado volvemos. He avisado a Unai por si tu no pasas. Pero tranquilo, la primera oportunidad es tuya".

Eso sí es meter presión, eso es ser un cabrón manipulador carente de escrúpulos.

Quienes conocen a Tato saben de su increíble capacidad para exprimirse a tope, para escalar al límite de sus fuerzas. Pocas veces le he visto vibrar con tanta violencia, sus temblores se transmitían por la cuerda hasta mi placa de asegurar. Tres metros "blancos" sin posibilidad de aseguramiento, inciertos, extremadamente técnicos, a puros pies, adiedrado, con dos pitones lejanos y un vuelo de infarto. Después de algunos sartus considerables, después de ver el tremendo estrés a que le había sometido, le sugerí que cediera el extremo caliente de la cuerda a Unai.
"Ni hablar!" espetó.

Y vuelta tajo.
Esta VEZ  superó la zona más ciega. Y mientras remontaba para incorporarse en un diedro fisurado, el bloque del que traccionaba se desprendió. Vuelo de infarto hasta más abajo de la reunión.
Testarudo, es un auténtico máquina TESTARUDO.
Lo vuelve a probar.
No recuerdo el tiempo que empleó en ese largo. Sólo que finalmente lo superó y terminó montando reunión 25 metros más arriba en el interior de dos sorprendentes cuevas. Allí instalamos una cuerda fija, remonté y nos bajamos. Unai ni probó el largo. Se limitó a quedarse en la reunión inferior para -palabras textuales- "poder probarla a vista el día que regresemos".


Meses más tarde el día llegó. Unai no pudo venir.
Lo intentamos de nuevo y tomé un camino equivocado: Artifo, un recurso válido pero poco estético en el tipo de vía que buscábamos, indispensable porque la roca no se mostró generosa. Concluimos de forma poco elegante saliendo por otra vía. Nuestra ruta quedó escondida, discreta, esa es una de las ventajas de abrir sin expansiones.

Así hasta el sábado pasado.


Dos años después con las pilas de motivación a tope, los astros se alinean, y los tres mosqueteros -faltaba Kletterer d'Artagnan- enfilan su mirada al mar de roca gris que domina la parte superior de Mala Vida y Tempesta.

Amanecemos temprano para evitar los rayos del astro rey.
Salimos del coche a las 7 de la mañana desde el párking de Montañana.

Los tres primeros largos van calentándonos

L3, todavía"fácil" fruto de nuestro primera ataque sin Tato ni Unai


Alcanzamos el característico diedro ciego.
Esta vez le toca a Unai. 
A priori debería resolver esa tirada con facilidad. En nuestra última razzia le asignamos 7a  psicológico. Intenta por un lado y por otro. Destrepa, arriba, abajo, izquierda, un vuelo (presilla rota). 
Descansa unos 20 minutos de un reposo inverosímil.
Aprieta los dientes y ensaya diversos caminos hasta resolver el jeroglífico.


Paso clave lejos de dos clavos

Mientras el rostro de Tato va reflejando una enigmática sonrisa. Adivino sus pensamientos: el largo es endabladamente psicológico, difícil de pasar incluso para alguien como el bizcochito...
Yo sonrío, no por el largo sino por el par de colegas marcianos que tengo.

Cueva y reunión. A partir de ahí se abre un campo enorme, una zona virgen bajo la aplastante fuerza del SOL, que ha rebasado la Pared de Cataluña y nos machaca sin piedad.
CALOR

Cruzo Tempesta y alcanzo un diedro fisura de ensueño. No soy el primero. Alguien -o varios a juzgar por distintos abandonos- ha equivocado el trazado de Tempesta acabando en esta zona. Monto reunión al pie de una placa gris de aspecto monolítico y aviso a los dos "flojillos".

Ahora le toca abrir a Unai, dejar su "sello", el de Tato ya marca ese cuarto largo.

Siempre en libre, le veo subir con una facilidad engañosa. Refunfuña y jura contra el sol, contra el calor. Después de 10 metros absolutamente verticales no le queda otra opción que clavar. Se cuelga de un gancho y oigo al martillo repicar. No suena a clavo atómico, y sin embargo le permite continuar su lucha particular.


Una hora más tarde grita reunión. Para pasar tengo que clavar allí donde él pasó en libre.Con la excusa de "reemplazar" ese pitón dudoso meto otro. Ese es uno de los problemas de llevar un "paquete" en una cordada extremadamente competente.
El largo sale espléndido, entre 7b y 7b+. Tato aprieta de segundo. Yo me conformo con superarlo.


entrada a R6


Repisa al pie de una zona gris, compacta, de apariencia más amable que el largo anterior.
Sol de justicia, moral escasa, calor abrasador, y motivación bajo mínimos porque con las horas que nos quedan tengo claro que no podremos salir por arriba. Un largo más nos permitiría ver lo que nos espera el próximo día.

 Unai y Tato no tienen el mismo concepto de "monodedo"


Me toca. Empiezo con un sentimiento a medio camino entre de sentido del deber y las ganas de terminar.
Lo que parecía un diedro gris fisurado y agradable sólo admite algún pitón ocasional, sin dejarme otra opción que artifo o un libre obligado demasiado exigente para mis capacidades.
Renuncio exhausto cuando el sol se oculta tras la pared de Aragón.

 El cansancio hace mella después de 12 horas


Como los vampiros, Unai recupera las ganas de escalar con la penumbra. Y de nuevo un recital de libre expuesto y obligado.
Monta reunión y Tato sube a desmontar el largo. Yo opto por quedarme donde estoy, agotado.
Los últimos metros del largo superan un conjunto de roca dudosa. Tato limpia.
Abajo en la reunión, me siento como los habitantes de Sarajevo. Mi vida se reduce a esconderme de la lluvia de bloques que explosionan al impactar en la pared. Huele a azufre y no es el infierno. La oscuridad nos envuelve. Es tarde, sólo queda rapelar.

Bajar también es un arte, y mi currículum de abandonos contribuye a nuestra tranquilidad.
Una hora más tarde nos saludamos a pie de pared, y pasada medianoche alcanzamos la comodidad de las furgonetas.



Vaya rutón.
Volveremos a completarlo, espero que entrando por Tempesta...

Compadezco -y admiro- a sus futuros pretendientes.




Probando prismáticos para ver un Castillo

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Domingo en Castillomayor, un regalo para los sentidos


Santi quería estrenar temporada ordesiana con una vía donde apretar.
Entre Racs y Prismáticos de Gavín optamos por la última, porque hace años ya me arrastré por la primera, y prefería "tachar" novedades.

Las vías de Christian y Martín siempre me generan un cierto desasosiego, no sé si porque cargo demasiado el café, negro y espeso para despertar todos mis sentidos, o porque el miedo me revuelve las tripas.
Lo cierto es que cuando abordo una ruta de estos "chavales tan majos" ando bastante nervioso.




El día amanece estupendo, sin frío ni calor, algo nublado. No madrugamos, la semana ha sido movida y se impone dormir adecuadamente, descansar y afrontar la ruta en plenas facultades

Qué decir de la ruta ?
L4, espectacular diedro de 6b


A grandes rasgos que el primer largo no muestra la CALIDAD que encontraremos en las siguientes tiradas. Llegando a la primera reunión la roca cambia radicalmente, con bloques de exquisita adherencia y solidez contrastada. Deslomes impresionantes y grados -curiosamente- amables. El segundo y tercer largo son extraordinarios, sobretodo este último, una sucesión de presas en diagonal ascendente, aseguradas a pitones, que siempre te sacan de la vertical. Difícil encontrarlo mejor.


El largo de la vira, yo me lo ahorraría y seguiría la travesía de la Rabadá.
Después, de nuevo calidad total.
L6, tramo físico y bien protegido


Un 7a+ físico (bavaresa en su movimiento clave), roca compacta y seguros puestos, dan paso al séptimo largo, tramo que abordamos con enorme respeto. La topo indica "longeur serieuse", y eso en boca de los autores no puede más que exigirnos el máximo de atención.

L7, Santi recupera la "tricotada"


La "costurera" entrará en acción, y después de unos buenos 45 minutos alcanzo la ansiada reunión, agotadas todas mis provisiones de cintas y cordinos, tras una retahila de friends, micros, fisureros y un par de tricams.

El último largo se lo zampa Santi consumando el rotpunk a vista.
Yo tengo menos escrúpulos (y menos bistecs en los brazos), y me conformaré con pasar.



Domingo nos despertamos cerca de Ainsa con la intención de explorar una línea nueva en Castillomayor.

Olvido los prismáticos en la furgoneta, los reales quiero decir. Escogemos una de las líneas que tenía en mente, y tras 40 minutos de batalla con los erizones (el Castillo siempre defiende sus murallas) alcanzamos la base de pared.

Erramos el tiro. La roca no presenta la calidad que imaginé en las fotos, y después de dos largos optamos por la retirada, huyendo de piedra suelta, placas de escasa adherencia, y la más absoluta de las incertidumbres sobre qué trazado seguir.

                                                         Castillomayor, proyecto fallido

Acabaremos repitiendo La Princesa Escoba (http://albertganxets.blogspot.com.es/2011/10/un-cuento-de-princesas-y-castillos.html), reconciliándonos con esta enorme mole de roca tan poco aprovechada, que tan bien esconde sus secretos.

Las vistas desde la cima son prodigiosas, y por sí solas merecen la visita. Pocos lugares tienen la fuerza de Castillomayor, atalaya privilegiada del Pirineo.


Tour exprés por el país de los croissants

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Después de muchas cavilaciones, después de incontables propuestas formuladas por amigos encantadores de serpientes, después de fotografías tentadoras, la realidad es terca: no puedo marcharme a Perú.

impresionante 6a+ de L2 arete oest,, Rocher Decolle,  La Jonte


Y para compensarlo, nada como un viaje exprés a otra de las mecas de nuestra pasión: los prealpes calcáreos reflejados en ese compendio de maravillas, en esa biblia para iniciados que nos ha regalado Philipe Mussato, "Itinéraires d'un grimpeur gâté".
Su selección nos ilumina, a veces incluso nos deslumbra, y nunca, nunca nos defrauda.


Faltaba la víctima, y en este caso consigo engañar a Ester.

Cuatro días, 24 horas de lluvia, dos mil kilómetros de carretera para ochocientos metros de escalada, 30 largos. A priori un ratio no demasiado convincente, y sin embargo, la calidad de las tiradas y la belleza de los paisajes ha compensado con creces el esfuerzo.
Y las cervezas



Primera etapa: 
Billy le Clown, Rochers du Midi (Chartreuse)

Un clásico difícil cerca de Grenoble, orientación Este (sol hasta las 13h) ideal para los no madrugadores o como vía del día de ida, cuando la puntualidad no es compatible con la realidad, cuando las horas de sueño no alcanzan el mínimo recomendable.
Ester en L6, 7a+, quizás el más obligado de la vía

Escalada homogénea de carácter deportivo con algún paso obligado (L2 y L6 en torno a 6c).
Entorno bonito, en pleno macizo del Chartreuse (sobre Grenoble), algo devaluado por la humanización del valle del Isere.
ambiente desde la octava reunión, 7a+

La roca, que pudiera causar cierto reparo en el primer largo, se ha saneado con el trabajo de los abridores y la sucesión de las repeticiones. La ruta bordea por la derecha un desconchado amarillo desplomado de proporciones gigantes, buscando piedra gris con algo de grano, agradable al tacto y a la fricción.
Muy recomendable en su conjunto.


La guía también aconseja un par de rutas de mayor sencillez, y no lejos, un capolavoro del propio Mussato, Titanic, atravesando el corazón de la Gran Manti, una vía que impone respeto.


Segunda Etapa, huyendo del calor.
La Princesse de Feu. Pic de l'Aigle, Macizo des Cerces, Galibier


Compartimos destino con el deporte más duro que existe: El Galibier, la meca de los ciclistas, un puerto mítico que asciende casi sin tregua venciendo un desnivel enorme. Siento casi vergüenza cuando adelanto a estos apóstoles del sufrimiento desde la comodidad de mi furgoneta. Pudor que se torna en satisfacción cuando abandonamos la carretera para ascender por la pista (abierta!!!) que conduce al campamento miliar des Rochelles, un pequeño paraíso a 2.400 mts de altitud abandonado en esta época, solitario y remoto.




La pared es toda para nosotros. Sólo veremos algún paseante ocasional extraviado.
Princesse data del 2009 y eso, junto al carácter extremadamente abrasivo de la roca, marcan el tipo de escalada.
6a+ de sorprendente verticalidad

Predominan las presas laterales de extraordinaria adherencia. Un buen juego de pies se adivina imprescindible para bailar con esta belleza que, pese a lo moderado del grado anunciado, exigirá escalar con dedicación y empeño.
mar de gotas de agua

Sencillamente genial.

El descenso andando por lomas suaves, verdes e idílicas, a juego con la belleza excepcional de la vía. No se puede pedir más.



Tercera Etapa, esquivando la lluvia.
Intento a Les Premiers pas d'Elsa. Guillardes. 
Deportiva en Saint Leger

El día amanece húmedo. Escapamos hacia el sur. Nuestro periplo nos lleva a Les Guillardes para intentar otra pared norte en el macizo de Devuly. Llueve. Esperamos un par de horas con la esperanza de que el tiempo mejore. En vano. La lluvia se torna persistente. Consultamos de nuevo al oráculo de MeteoFrance, para descubrir, consternados, que hoy y mañana el tiempo continuará revuelto.

De repente recuerdo que mi hermano Oriol me comentó que en Semana Santa pasaron unos días en los desplomes de Saint Leger al abrigo de lluvias y brumas. Además, parece de paso hacia el destino que nos hemos marcado para el lunes. Así pues, enfilamos hacia este pequeño pueblo a los pies del Mont Ventoux y horas más tarde, mareados de tanta curva, arribamos a destino.
También la lluvia.
Pero no importa.
Recorremos el lecho del río quipados con cuerda simple, gatos precisos, unas cintas y un paraguas.
En unas horas conseguimos matar el gusano y catar algunas líneas de esta magnífica escuela muy cercana a la autopista que conduce a Chamonix, a la altura de Orange. Un destino a tener en cuenta en futuros viajes.


Cuarta y última etapa.
La Cathedrale. Gorges de La Jonte. 


Otro lugar a considerar en nuestros viajes a Francia, quizás algo alejado del eje Barcelona - Chamonix, pero sin duda de gran interés. Está al lado del Tarn, coincidiendo en el tipo de escalada, con predominio de vías de 4 a 5 largos entre el 6b y el 7b, y algunas clásicas incontournables.

La Cathedrale.
Hace tiempo alguien me habló de esta vía. Y qué buena elección!



Soberbia, bien equipada, exigente y con los grados muy, muy bien puestos. Todos los largos llenan, más bien saturan los brazos de ácido láctico.
L3, 7a+ realmente difícil

La complementamos con una vía expuesta al lado de la ultraclásica "arete ouest" de la Roche Decollee (de cuyo nombre no quiero acordarme) , y después de vibrar con alejes enervantes en el primer largo, saldremos por la mencionada normal, un 6a sin parangón que por sí solo merece una visita.
                                  Arete Oest, Rocher Decolle, L2, 6a+ espectacular y duro en su grado

A recomendar la pizzeria del pueblo de Le Rozier (situada en un primer piso al lado de una panadería), por su terraza, sus ensaladas y sus pizzas.

tEtRiS nueva vía en ORDESA

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Fraucata es, todavía hoy, la pared con más posibilidades de Ordesa.
Su particular morfología de bloques formando fisuras desplomadas en sentido diagonal y su roca mediocre no atrae, a menudo incluso ahuyenta, a los escaladores.

Hace tiempo que descubrí esta línea, y la tenía entre las etiquetadas para épocas de calor o de lluvia (está a la sombra y desploma). Desde hace unos días llevaba las fotos que permitían adivinarla impresas en mi equipaje de mano.


Finalmente el momento llegó.
El domingo había quedado con mi hermanito Oriol (que prácticamente se estrenaba en Ordesa) y con Tato para regresar a la Racs después de 10 años, y el sábado quedé con Toti.

Toti  es otro de esos incondicionales de la pared enganchados a Ordesa. Me acabó de convencer para cambiar mis planes iniciales centrando el finde en el valle, y en lugar de aceptar sus extravagantes propuestas (ya no le quedan líneas sensatas que repetir) le ofrecí intentar ese recorrido de Fraucata.

Vive en la Plana de Vic, lugar que debe tener un aire o un agua especial porque de allí proceden algunos de los escaladores más fuertes de casa. Junto a su hermano han escalado más vías duras en Dolomitas que nadie que conozca, siempre discretos, pasando desapercibidos, ascendiendo vías como Pesce, Fortuna, y otras "delicatessen" del estilo. Y tiene una particular habilidad para lidiar con tramos expuestos sobre roca variable. Resumiendo, es más duro que las piedras.
Con estos precedentes afrontaría la vía tranquilo, casi relajado.


Acudimos al autobús de las siete para descubrir que está ya completo. Aguardamos al siguiente media hora más tarde mientras compartimos espera con varios amigos fanáticos. La buena meteo nos concentra a todos en el VALLE.

A las diez de la mañana entramos por los dos primeros largos de Alicantropía.
Los primeros cien metros de esta zona de la Fraucata no tienen un atractivo especial, sólo hierba y liquen que tapa el poro de la roca, disminuyendo su adherencia.

Nuestra línea se independiza con la verticalidad. Un sistema de fisuras presenta continuidad hasta la cima, entrecortadas por breves tramos de placa. Es ahí, en las zonas blancas, donde la decisión de subir sin espitador genera un poco de incertidumbre. La proximidad de Alicantropía y la suavidad del desplome (no es Bizcochito) atemperan el compromiso, permitiendo un escape relativamente sencillo mediante rápeles.
El "engament" lo crea la roca y la intención de subir en libre tan rápido como sea posible.

El primer largo propio (L3) empieza cachondo, desviándose de la vía de Gálvez por una fisura de bordes cortantes, enfilando hacia el sistema de diedros y fisuras que dominan el espolón derecho. Toti vuela al desprenderse el trozo de piedra en que apoyaba los pies. Sanea y lo intenta de nuevo. Una sección pobre en presas, demasiado difícil de abrir en libre, requerirá de tres pasos de A1.

De segundo emplazo un clavo fantástico para facilitar el libre, en torno a 7a+.
Monta reunión en un clavo existente, probablemente de una de las R optativas de Alicantropía.

L4, salgo hacia arriba por unos bloques de aspecto tÉtRiCo que amenazan a modo de guillotina. Suenan a diapasón. Trave en diagonal a izquierdas para volver a derechas, expuesta, por una zona sembrada de "cajones" a los que resulta obligado agarrarse mientras rezo para que ninguno se abra de repente arrojándome al vacío. Techo rico en canto y diedrito vertical más espectacular de difícil. Monto reunión con dos clavos y friends en un lugar no demasiado lógico pero a salvo de posibles "desprendimientos", un aspecto a tener muy en cuenta  cuando abres en terreno Fraucata.

Ahora es Toti quien vuelve a liderar. La línea sigue una rampa ligeramente tumbada hacia la derecha hasta alcanzar terreno completamente vertical.

Allí deberíamos iniciar una trave completa a izquierdas, pero la roca no lo permite, y Toti opta por seguir recto arriba por placas de roca crunchi. El largo sale duro y expuesto además de obligado. Monta reunión con tres clavos (que sacamos) muy a la derecha del recorrido previsto.

Tenemos la cima a 80 metros por encima de nuestras cabezas, pero lo incierto del terreno unos techos de aspecto podrido nos obligan a retomar el rumbo original. Mediante una travesía en diagonal hacia la izquierda regreso a nuestra línea imaginaria. Alcanzo la última reunión de Alicantropía.
Como este largo ha sido corto, Toti me regala el último largo. Mierda, primera reunión cómoda que pillo y no puedo disfrutarla.

Más dubitativo que convencido encaro este último largo, muy evidente.
Dos primeros movimientos delicados y luego una fisura magnífica (que Toti liberará en torno a 6c o más) me conducen al diedro de salida. Un bloque en equilibrio precario me corta el paso. Intento no tocarlo y lo supero. Los últimos cinco metros de la vía tienen una roca pésima, pero por suerte no pasan de V grado, aunque graduar dificultad en un terreno así resulta aventurado.
Así se nos ocurre el nombre para la vía, tEtRis, sobran explicaciones...


El sol todavía brilla. No llevamos reloj y miro el de la cámara. Pasan de las ocho, toca correr, el último autobús sale a las diez.
Exhaustos llegamos al prado a tiempo de pillar el penúltimo bus, con una sonrisa de oreja a oreja.


Cenita de furgos en el párking (ojo, parece que están multando al personal. Al ritmo que vamos nos acabarán jodiendo).

Amanecemos con un desayuno tranquilo, y a las ocho pillamos de nuevo el bus.

Este domingo toca Racs, en la pared de la Cascada.

Organizamos cordadas, Tato y yo, Oriol y Toti.
La temperatura, óptima, nos obligará a ponernos chaquetilla cada vez que aseguramos.



La primera parte, cinco largos de fisura levemente desplomada, podrían durar eternamente. Qué placer colgar y mecerse de los brazos con el vacío entre las piernas.
 Desplome de entrada a R1
¿Quien ha enredado a mi hermano para venir a Ordesa?


Roca solida, pasos duros con el magnesio indicando la solución al puzzle, emplazamientos de seguros a prueba de bombas, escasa exposición.
Los dos últimos largos se encargan de recordarnos que no se regala nada en Ordesa, que los sextos a menudo són más duros que los séptimos, y que ya hace años que Gálvez y compañía escalaban lo que no está escrito.



Esta vez sí, tachamos el rotpunk.

Degustando estos largos de BELLEZA excepcional, sin parangón, me doy cuenta que nuestra vía de ayer no tendrá mucho éxito.
Y sin embargo, qué aventura abrirla.


gizon berri bat naiz, una perla del Naranjo

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Muy, muy buena tenía que ser cuando varios amigos me aseguraron que se trataba de la mejor vía de España en su grado. Esa era la promesa que buscábamos en nuestra peregrinación hacia el extremo noroccidental de la península, hacia la Oeste del Naranjo.
Silueta inconfundible, perfil anhelado

Gizon Berri Bat Naiz, "soy un hombre nuevo", obra original de Ramon Portilla y Jon Lazkano abierta combinando artifo y libre.
Sus autores, sorprendidos por la calidad de la ruta, decidieron "retroequiparla" para que el personal la probase en libre. Magnífica decisión que nos permite degustar 10 largos exquisitos, mantenidos, de placa a puro pies, donde la distancia entre seguro y seguro (sólo alejan en los sextos) queda aliviada por la extraordinaria calidad de la roca.

El único inconveniente que pude encontrar es la dureza del paso inicial, el más difícil de la vía (se "acera" bien), y mi falta de tono para encadenar los largos de séptimo.

Explorando la red hambriento de informaciones, me sorprendió la escasa cantidad de entradas sobre este rutón. Una de muy descriptiva, con topo incluida, la podéis encontrar en http://entretenimientovertical.blogspot.com.es/2011/09/gizon-berri-bat-naiz-soy-un-hombre.html.


Edu supuso otra fuente de conocimiento inagotable. Le mareé con múltiples llamadas solicitando consejo e indicaciones. No en vano es hijo de Asturias.


El lunes amanecimos tempranito en Pandébano, y antes de las siete de la mañana ya andábamos hacia el Refu. Entre paseo y almuerzo atacaríamos la vía a eso de las diez.
La ruta empieza en un desplome característico y basta con seguir una línea de espits que datan del 94, en buen estado de conservación. A su lado, a partir del segundo largo, siempre veréis las Ps expansivas de la Directísima (ruta "murciana más antigua), otro rutón con una pinta brutal pero menos obligado por la elevada cantidad de hierros.

Llarg 3, imposible triar la gota adequada...

Toda la vía merece la etiqueta de EXCEPCIONAL, al nivel de Racs, Passemurailles o Totxaires.

Me gustaron especialmente el 6c del tercer largo, una autopista de gotas de agua, y el monolítico octavo largo de 7a+ , duro, que me exprimió las últimas fuerzas.
6b+ impresionante que se tragará un buen juego de totemcams

L8, un 7a+ de antología que nos transporta a lo mejor de wenden


Una de las escasas fisuras donde asegurar sin esfuerzo





Rapelamos desde el último largo (tiene 10, y luego empalma con los últimos 3 de la directísima de V/V+) para alcanzar nuestra ansiada cena a las ocho de la tarde.


A la mañana siguiente haríamos la Leiva, una clásica indispensable que no hay que menospreciar. Ojo al 6a+ del segundo largo, y a los quintos por debajo de Tiros de la Torca.
El 7a del desplomito ni lo olí, ya me esforcé para pasar en artifo, mucho más exigente de lo que podía pensar. Las piezas quedan bien si sabes ponerlas.
Los últimos largos quizás sean los mejores IV que he escalado en mi vida.

Último largo a 60 mts de la cima, formas de ensueño

Descomunal ruta para escaladores de corte clásico a condición de andar suelto en 6a y V+ expuesto.

Rampas de salida de la Leiva, Tiros de la Torca al fondo

De allí regresamos directamente a Sotres, la meteo amenazaba y nuestro periplo se desvió hacia el Este.


Asturias, tan lejana y preciosa, siempre nos depara escaladas y paisajes inolvidables.



ALGUNAS INFORMACIONES ÚTILES

Acceso rápido desde Pandébano. Llegar a pueblo de Sotres, y tomar la pista indicada con "urriello". 
Ya no es posible dormir en la furgo, los guardas vigilan y sólo libras entre las 24:00 y las 6:30 de la mañana. Si te pillan, multón gordo. 

Dos horas caminando hasta el refu, con mochilas muy ligeras, sin prisa pero sin pausa. 

Pese a estar "equipada", nosotros llevamos un juego de TOTEMcams (equivale a alien verde, amarillo y rojo, camalot verde y rojo) y fisureros que usamos en los largos de sexto grado, donde los seguros alejan bastante. Debe ser la tónica habitual en Picos, y los locales están habituados a largos tramos sin seguros, pero a mí me tranquiliza llevar unos "amiguetes" en el arnés y meter en cada agujero. Si bien los séptimos no tienen alejes, en los sextos los usé a discreción. 

Para disfrutarla conviene ir con el 7a bien asentado. Tanto a Ester como a mí nos pareció bastante obligada en 6c+, quizás usando ganchos baje algo, pero pierdes la esencia de una vía concebida (o al menos remodelada) para el libre

Rápeles equipados por la vía con tres spits en buenas condiciones (excepto primero con clavos). Sin embargo recomendaría usar sólo los tres primeros, y a partir de la vira de la Rabadá pasarte a la Directísima (parabolts con anilla, línea directa y evidente) 

Del refugio comentar que nos gustó la comida, pese a que eché en falta algo de calidez por parte del guarda que atiende a los visitantes. Prefiero pensar que estaba saturado, o simplemente que tuvo un mal día.  
Por contra, recomendar encarecidamente el hotel-restaurante "Casa Cipriano" de Sotres  , o el clásico chiringuito "la Gallega" que no pudimos disfrutar al encontrarlo cerrado. 





Fantastischen, placer frío en Montañesa

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A estas alturas no puedo ocultar la alegría que me produce acabar una vía de calidad. Si además se trata de la primera ruta de la pared (que yo sepa), la satisfacción es máxima.

Fantastischen !!!, artesanía trabajada con muchos amigos, poco a poco, palmo a palmo. Un regalo que surgió inesperado mientras nos retirábamos de otra pared cercana y desplomada, completamente distinta a las placas tumbadas que recorre.



El rincón no os defraudará:  FRESQUITO, a salvo de la canícula que nos azota estos días, extremadamente tranquilo, y sobre la roca de calidad a que Montañesa nos tiene acostumbrados, aunque de menor adherencia .



Nos hemos esmerado mucho, invirtiendo cerca de 9 (sí, nueve) intentos repartidos entre dos veranos, a veces huyendo de la lluvia y la tormenta, otras del pedrisco y el frío, o del anochecer.
Eso se ha traducido en la reapertura de varios largos, buscando el mejor itinerario y, sobretodo, en la adición de algunas chapas (en la topo aparecen en rojo) que la mayoría de repetidores agradecerá.

La razón de esta aberratio es sencilla: en su estado original se trataba de una vía muy mantenida en 7a, sólo apta para quienes dominasen un grado mucho mayor. La "marca" del bizcochito impedía el disfrute de la mayor parte de escaladores.
Las sugerencias de los amigos que han participado, nuestros deseos de repetirla, y largas horas de conversación y labor de "zapa", han permitido que el autor de los tramos más obligados terminase accediendo a  su sobreequipamiento posterior.

Una foto refleja ese sentimiento contradictorio que ha atormentado a quien tan penosamente ha aceptado el retroequipamiento, por su misma mano, de los citados alejes, rebajando la exposición de SR 4 a SR3.

El lenguaje gestual y la expresión de su cara me causaron una cierta desazón que solo pude superar una vez evaluado el resultado final de la ruta.


Resumiendo, una vía que me parece fantástica en un entorno que por sí solo merecería el desplazamiento.

Amor de madre, lo sé, así que filtrad mis opiniones con el prisma del escepticismo.



Incluso con las chapas añadidas vale la pena andar muy rodados en 7a, so pena de vuelos largos no muy peligrosos (no hay apenas relieves donde romperse los pies).
Los grados son orientativos, aquí más que otras escaladas de fuerza o presa neta. Si el primero debe dominar esa dificultad, el segundo puede permitirse andar justo. La habilidad cuenta mucho más que la fuerza.

Destacan la placa tumbada del primer largo, y las tiradas 2, 4, 5 y 6.
Ojito a la fisura del L3, liquenosa y algo desagradable, a evitar en húmedo.

Absolutamente must para los amantes de las adherencias,
y un test para los que la aborrecen...

Ahí van unas foticos

Largo 1, superar las 3 primeras chapas ya es un reto, 
o un infierno para los adictos a Rodellar

No mires hacia arriba. Asusta... pero tiene truco

Largo 3. A lo lejos Diana concentrada en L2

Bueno, no sé si tan concentrada. 

Largo 3, el petate atestigua el truco. 
Fisura vertical y travesía para evitar la gran zona de techos. 


Largo 4, difícil encontrar algo mejor. Y pensar que se lo cedí a Roy...
Sigue la fisura, y antes de terminarla mira a tu izquierda. 

Abandonando la fisura descubrirás la improbable reunión en medio de la placa. Qué despróposito !!!

Empezando a abrir la 5º tirada. 
La roca, sublime, explica nuestro desprecio por las fisuras. 

"el Portento", el rey de la manada.... 


Los que no améis las adherencias, acudid con un punto de desconfianza.
Los que tengáis coche nuevo, rescatad el antiguo para circular por el tramo de pista pedregosa.
Contad con un horario algo más largo de lo esperado: la navegación de placa exige paciencia y serenidad.

Apa, que la gaudiu!!!


ESLLOMATS, una clàssica ben moderna

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Aprofitant l'onada de calor, una altra proposta a l'ombra ben alpina.


ESLLOMATS, una de les vies que més van sorprendre'm l'any passat. Ben trobada i millor executada. Sembla que es toca ocasionalment amb una de més antiga, la Pinus Requiem.

Tres cordades per fer-ne la repetició simultània, tots al cim, tots tard, tots de nit.

Si la topo aparenta una línia de moderada dificultat, val a dir que les cotacions estan apretades, severes. Així que ojito a no minusvalorar. Tot amanit amb alguna secció herbosa, algun tram de roca dubtosa i un parell de offwidth (auswitch que diu una amiga) .



La baixada, aquí sens dubte caminant per la pedrera de la NordEst, passant abans pel cim. Una bona hora i mitja imprescindible per conéixer aquest beneït pedrot de Montañesa

La via comença al mur situat al primer terç dret de la foto, un mur gris continu des del terra. Arriba a unes repises on la muralla perd verticalitat, i segueixes grimpant per unes canals no visibles, darrera, fins pujar al cim. D'allí es baixa per la pedrera NordEst i acabes arribant a la Collarda, el coll que forma Montañesa amb Peña Solano (estaria situada a l'esquerra de la foto). 

Las cervezas se sirven frías en Montañesa

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Una Cervesa Més, nueva ruta en Montañesa, un macizo que nos ofrece piedra escalable por todas sus vertientes.
Imposible resistirnos a sus tentaciones, sea verano o invierno.

Balcón privilegiado, al Norte se adivina el Monte Perdido y sus hermanas 

Mientras moldeábamos Fantastischen intuimos otro recorrido evidente que pedía su apertura a gritos.
Allí acudimos con Ester a refugiarnos de los calores de este tórrido agosto, disfrutando de dos días relajados y agradables pese a un cuarto largo que, de nuevo, nos hurtó la añorada "clásica".




El primer largo un tanto ilógico, reabierto para evitar unas repisas herbosas, sucias y rotas, que quedaban a su derecha.
Iker fotografiado desde la vía vecina 

El segundo largo posiblemente sea el mejor de la vía, una huida hacia la derecha por una placa rica en dibujos hasta alcanzar una gigantesca laja en forma de pico.

Santi  acabando el flanqueo

El tercero, la solución para evitar un desplome imposible.
Ahora es Vicenç quien recupera el feeling de la escalada 
después de muchos días de reposo

Cuarta tirada, difícil e incómoda de sacar en libre, relativamente sencilla de trampear con friends suficientes.
Cotada originalmente de 7a+ por Ester, 
el resto coincidimos en darle un buen plus
Friends y fuerza a tope para superar una fisura de tacto "paposo" 


El último largo, una reconciliación. Sencillo en grado, complejo en belleza. Formas gaudinianas y caprichosas, roca azulada moldeada por el fluir de las nieves y los años.


Aunque no llega a la calidad de la primera, Una Cervesa Més supone una recomendable -y relativamente asequible- opción para escapar del calor.

Así lo hicimos ayer con Vicenç y Santi, protagonistas de la mayor parte de las fotos, mientras añadíamos algunas chapas más a la ruta.

Ojo, sombra desde el mediodía, llevar abrigo suficiente porque la escalada en esta vertiente es compleja y técnica. Los horarios se alargan más de lo esperado, algo a tener en cuenta si queremos combinarla con la vía vecina... opción que intentamos sin éxito.

Gozando de Ordesa en Montañesa

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Otra perla, otra belleza de la escalada que merece, por sí sola, un viaje a Montañesa.

Sentí de nuevo aquella ligera comezón que experimento cuando una línea de esta calidad se me escapa. Cuando alguien se me adelanta. Y aquí, en honor a la verdad, nunca intuí la posibilidad de abrir vía alguna, y menos un rutón de estas características.

¿Envidia o admiración? probablemente ambas cosas a la vez.


El primer largo actúa de filtro. Una tarde especialmente inspirada, unas birras de más, o unos vasos de vino, se me ocurren para explicar el 6b+ obligado que anuncian. Se les cayó una letra. Es el peaje a pagar para degustar tamaño placer.
Ester, huyendo del sol abrasador que nos castigó durante la aproximación. 
El paso de 6c protegido por un bolt de 8mm que se antojan "justitos" 
mientras asciendes en busca de la presa prometida. 

Los séptimos son morfológicos. El primero, un 7a+ que Ester se merendó sin titubear. Sus dedos se adaptaban mejor que los míos a la fisura chiquita que corona el bloque clave del largo. Asusta, pero se hace muy bien (trampea quería decir).

El tercer largo, (segundo séptimo) inspira el nombre de la vía. Una sucesión de techos al más puro estilo ordesa, y un paso un tanto duro que acabó con mis energías. En algo menos de 60 metros desde el suelo, te separas más de 15 del inicio. Un desplome que se cobra factura en esfuerzo.

Poco después del paso a bloque del 3er largo. 
No cantes victoria. Todavía no se ha terminado... . 


Cuarto largo, de nuevo sexto grado, el grado trampa de nuestros amigos Edu, Manu y Javi. Lo tienen demasiado lejos para discernirlo. Auswitchz (off width) a la salida, duro, duro duro. Qué bien traer a papá camalot. Fisura de ensueño para continuar, mucho más humana. Probablemente cotaron dando la media del largo (séptimo al principio, sexto fácil al final, sexto más de media).
Mezcla de excepcional calcáreo y arenisca endurecida, siempre rico en formas 

El quinto, otra delicatessen de la naturaleza, otra pequeña obra de arte descubierta por estos devoradores de líneas.


Y el último se nos escapó.
Era una tarde de verano, un día de esos de calor excesivo y empezamos cuando la sombra nos alcanzó en un ataque de optimismo compulsivo.


No me importa volver, incluso sabiendo la hora y media larga de aproximación que nos espera.
¿A quien no le gusta repetir un manjar?

Enhorabuena bichos.
Espero que la del Libro sea tan buena !!!



Lienzo

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Començar una via s'assembla a pintar un quadre.

Imagino que els artistes experimenten un plaer similar al nostre: una tela blanca on expresar-se, una línia per descobrir, un ball per coreografiar.

Com a la pintura, també ens trobem amb diferents qualitats d'aquarel.les i de teles.

Recentment hem tingut la sort de descobrir una paret de la màxima qualitat, una pedra insòlita, sorprenent, meravellosa i diferent a la major part de roques que he recorregut.


Som nens plens d'ilusió descobrint un món
i alhora, sabent-nos privilegiats, som adults conscients.




Un petit paradís ben prop de casa, que cal conservar.



Desvelando secretos

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Para encontrar hay que buscar, investigar, trabajar, explorar, invertir tiempo.
Y a veces, solo a veces, encontramos pequeños tesoros, el premio ansiado que justifica todo ese esfuerzo.

Un tesoro que pertenece a la Roca


Este año de crisis en lo económico me siento rico y afortunado. No he ido de viaje. Me he dedicado a explorar pequeños parajes escondidos de ese maravilloso pirineo de Huesca, tan virgen, tan exuberante en distintos tipos de roca, tan próximo y sin embargo tan desconocido.
Ya me lo dijo Óscar hace años: "Albert, vamos a ponerte una barrera de peaje, un control fronterizo donde te decomisarán el material de abrir". Bueno, pensé, si no se la habéis puesto a  Christian y su pandilla, no veo justificación ...



Montañesa Norte ha centrado buena parte de nuestros esfuerzos durante el verano. Ahora que las temperaturas parecen haberse normalizado nos hemos volcado en una pared cercana a Saravillo. Desconozco su nombre exacto, probablemente sea la Pared del Collado de Santa Isabel.

Su cualidad más especial, lo que la caracteriza y convierte en singular, es la enorme cantidad de  incrustaciones de piedras negruzcas y duras que, a modo de "carboncillos", salpican una matriz de calcáreo gris-azulado.

Imprescindible tocar, acariciar, sentir 



No hemos sido los primeros en surcar sus muros, en acariciar esa textura tan especial.
Regys Bayset y Marc Muñoz abrieron, que yo sepa, la primera ruta en este lienzo.
Luego Iñaki abrió en solitario y acompañado, algunas líneas cortas y otras largas.


Via abierta probablemente por Iñaki Cabo, largo maravilloso de 6c


Este mes hemos repetido total o parcialmente los itinerarios que conocemos. Quizás alguno se nos ha escapado. Hemos abierto otros, y tan pronto tenga las topos preparadas las iré colgando.



Aparcamiento en el Collado de Santa Isabel, 1600 mts de altura



El lugar es tranquilo, idílico, levemente transitado por caminantes que buscan ascender a Punta Llerga o al Mobisón.
Una pista de peaje a 3 euros (un precio más que razonable por aprovechar el trabajo de la gente del pueblo, más barato que una hora de párking en la ciudad  PAGAD POR FAVOR  y nos evitaremos problemas) conduce al refugio libre de Santa Isabel.
Desde allí, y en menos de media hora (de 20 a 25 minutos) alcanzas la base de la pared.
Y sueñas.

Sueñas con ascender todas y cada una de sus líneas.
Sueñas con acariciar esos carboncillos, esos sílex, y cuando lo haces, rezas para que no rompan.

Recorriendo la base de la pared. Peña de Sin por debajo, y al fondo el macizo del Posets

Por su orientación Este recibe los primeros rayos del sol de la mañana, y queda en sombra a partir de las 14:00. Eso, junto su altura de 1700 mts,  la convierte en una magnífica opción para combinar con las cercanas escuelas de Foz de la Canal (sol y sombra a la inversa).
Gracias a la moderada longitud de sus itinerarios puede complementar un fin de semana con Ordesa, más relajado. De todos modos los repetidores ya dirán si el lugar merece o no unas visitas. Personalmente nos ha maravillado.

La primera ruta que hemos concluido es la última que empezamos huyendo del sol despiadado que azotaba Foz de la Canal. Cris tuvo la paciencia de aguantarme, el sitio tiene tanto encanto que te permite "convencer" sin esfuerzo a los amigos.

Terminando L2 de Jacq's Mendía


Busco a Jacq's, Jacq's Mendía. Es una broma dedicada a alguien que lleva semanas queriendo venir sin lograrlo. Una pequeña golosina con tres largos excepcionales.
L1 de Jacq's Mendía


No porque nos hayamos esmerado especialmente, sino porque la roca, sus formas y textura la convierten en visita obligatoria.
Lisi apurando la fisura del principio del segundo largo



Que la disfrutéis y gocéis de este precioso lugar con cuidado y respeto.




El Placer del Gesto, Cienfuens

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Bailar
A menudo se compara la escalada con la danza, con el movimiento, con el gesto.
La semana pasada tuve la suerte de bailar con Ester al son del Placer del Gesto.


Suerte porque a punto estuvimos de escoger la partitura de Party en Cíes, sin saber que durante su primera (y única) repetición  Edu había arrancado parte de la presa clave del largo más duro, inicialmente 7a/+ obligado, ahora 7a+/b sobre chorreras y sin chapas. Y ese es un grado que ni sueño encadenar en las vías equipadas...


Largo 3, el más obligado en la zona de placa por la que Ester baila.


La primera vez que admiré el muro de Cienfuens me impacto su verticalidad y el aspecto severo de sus rutas. Corrían los años noventa, y la pared contaba con apenas una decena de itinerarios, tres o cuatro oscenses, y el resto de Bunny, Christian y compañía.
Una legislación excesivamente restrictiva (escalada limitada a sept, oct y nov) eclipsó su enorme potencial y no fue hasta mediados del 2000 que la zona experimento un pequeño resurgir.
Estos dos últimos años Javi y sus amigos han abierto algunas de las rutas más difíciles (Party y Cía) y buenas (El Placer del Gesto, o Lagarto Negro) del lugar.






Increíble rutón.
Del Placer del Gesto destacaría la inteligencia del recorrido, la soberbia calidad de la roca, y lo bien que la han abierto. A mi gusto ni sobra ni falta chapa alguna.
Bueno, alguna eché a faltar...




El grado nos pareció exigente, sobretodo el segundo largo, un 6b+ al que subiría una letra.
Los séptimos son trampeables exceptuando el tercer largo, con un golpe de gas obligado lejos de la chapa, sin vuelta atrás.


La zona de travesía fácil y protegida, exceptuando un tramo roto de 6a+ un tanto peligroso.

El penúltimo largo es un regalo para los sentidos.


Muy, muy recomendable, quizás la mejor ruta de Cienfuens.
Merece un viaje, y hasta dos...
que la disfrutéis

Vértigo

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Además del título de una magnífica película de Hitchcock, Vértigo es una extraordinaria escalada en pared de carácter marcadamente deportivo.


El Tozal del Vero nunca estuvo de moda. Su aspecto monolítico y la alternancia de zonas verticales y desplomadas habían ahuyentado a la mayoría de escaladores.
Las fisuras no abundan, aunque afortunadamente los agujeros sí, y eso permite una escalada en libre difícil pero no extrema.

La cercanía de escuelas de la fama de Rodellar o Alquézar 
difumina y enmascara la presencia del Tozal

Hasta el 2009 ninguna ruta se había concebido para el libre.
No se lo digas a Nadie y Tuestrolón recibían  contadísimas repeticiones,  relegando el resto a polvo y telarañas.

Entonces apareció Edu y se curró "Óscar Pérez", un homenaje a alguien muy especial. Más tarde arrancaría otro par de vías nuevas.


Largo 3, la sombra todavía nos protege de un sol amenazante. 
El patio acentúa la sensación de VÉRTIGO


Recuerdo una conversación con unos amigos "flojos", de esos que a duras penas encadenan octavos en tapia. Versaba sobre la conjunción de factores que permiten, hoy día, una proliferación de aperturas en libre:
Si hace escasamente diez años el artifo predominaba o hacía acto de presencia en la mayor parte de las rutas, hoy día el colectivo aperturista apuesta por el libre.

Las vías se conciben por y para la escalada sin uso de ayudas, sean limpias, parcialmente aderezadas, o totalmente equipadas.
Vértigo pertenece a las últimas.

 Segundo largo, olor (y color) a Taghia


En sus 6 primeras tiradas puedes pasar perfectamente si emplazar un solo seguro, y gozar de una escalada que a veces recuerda a Taghia (L2), otras a Riglos (L5) o a Rodellar (L6). A partir de allí con un simple juego de Totems (equivale a alien verde, amarillo y rojo, y camalots verde y rojo) puedes proteger las excursiones que separan algunas chapas.


 Patio y canto. Roca sorpendente en L5, movimientos rigleros

Quizás sea la apertura de Edu más agradable, y sin lugar a dudas la más recomendable para quien domine el séptimo grado deportivo. La calidad de los largos y la roca no deja de sorprenderte: Siempre mejor de lo que aparenta.

Se trata de una ruta abierta en solitario, un trabajo desmesurado y meritorio, más aun si tenemos en cuenta la lejanía y el aislamiento en que se desarrolla.

 Ester escalando el tercer largo, foto desde R4 (se empalman)

Con Ester escalamos las seis primeras tiradas, soberbias. Un cielo amenazador, y quizás mi falta de grado, nos empujó a los rápeles antes de hora.



  Macro para resaltar la increíble textura que rodea un nido de ¿araña?. 
Maravillas de Guara



Combina perfectamente con un finde en Rodellar, mejor en otoño y primavera. Su exposición Oeste desaconseja el invierno riguroso.
Muy recomendable para deportivos amantes del patio y la pared.


Gracias Edu por regalarnos rutas así, y por esos tremendos curros que te pegas.






Dibu

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Dibujos, colores, formas, texturas

dibujos

colores

tapices

formas

texturas

imposible resistirse a la caricia


Las incrustaciones, los carboncillos nos llenan de sensaciones, te invitan, te incitan a tocar, a sentir, a ESCALAR.
                                                                                   Escalar, escalar, escalar, 


                                                             escalar, escalar, escalar

Dibu es la última propuesta que hemos trazado en este muro de gris y naranja, casi siempre sobre roca excepcional, mantenido en 6b, obligado en 6c.

Dos reproches:
No acaba en la cima, y una sección en el 5º largo todavía "crustinyant" que mejorará con las repeticiones.
Las virtudes, a desvelar.



Que la disfrutéis tanto como hemos gozado nosotros.


En breve nuevas topos de la zona...

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